martes, 30 de junio de 2015

La implementación de lo acordado en los tratados: aislacionismo de EE. UU. (su retirada de la garantía angloamericana); desarme (conferencias de Washington, Londres, Ginebra)

Conferencia de Washington de 1921

Conferencia Naval de Washington
La Conferencia de Washington de 1921, celebrada entre el 12 de noviembre de 1921 y el 6 de febrero de 1922, fue una de las múltiples producidas durante el periodo de entreguerras con el fin de intentar un desarme de las potencias, de manera que no se volviese a producir otra guerra mundial.1 La conferencia fue llevada a cabo independientemente de la Sociedad de Naciones, y a la misma asistieron nueve naciones —Estados UnidosJapónFranciaReino UnidoItaliaBélgicaPaíses Bajos y Portugal— que mantenían intereses en el Océano Pacífico y Asia oriental. Otras naciones como Alemania o la Rusia Soviética no fueron invitadas. Los participantes acordaron el Tratado Naval de Washington.

Antecedente

Los artículos del Pacto de la Sociedad de Naciones de 1919 establecían un desarme de las potencias, y el Consejo de Seguridad estableció unos planes para el desarme, que los estados deberían estar obligados a aceptar. La realidad es que los estados no dieron ningún paso importante hacia el desarme.
Hubo sin embargo dos momentos en los que pareció factible el desarme, sobre todo en el desarme naval, que era el más importante. Las dos conferencias que hubo para el desarme naval son importantes, y hubieran tenido grandes repercusiones de llevarse a cabo, y van a ser la Conferencia de Washington de 1921, así como la Conferencia Naval de Londres.

La Conferencia de Washington

La Conferencia de Washington Conference fue convocada por el presidente Warren G. Harding y organizada por el Secretario de estado Charles Evans Hughes. Harding exigió dar el paso con la idea de ganar apoyos en el ámbito interno. Por su parte Hughes —ayudado por los criptógrafos que descifraban los secretos diplomáticos japonesos— logró encarrilar un acuerdo diplomático en un difícil contexto internacional.2
A la conferencia asistieron las más importantes potencias, entre ellas ChinaJapónFrancia y el Reino Unido. El fin de la misma es que estas potencias limiten su potencial militar, de manera que así lo acuerden todos. Lo primero que se acuerda es limitar los denominados “buques de línea” que son los grandes barcos de guerra: los acorazados ygrandes cruceros, llamados así porque podían navegar en línea al tener un casco fuerte y potentes cañones. Se intenta acordar que las potencias paren la producción de los que en ese momento se estaban fabricando, y que se destruyan los antiguos, es decir, los que superarán los 30 años. Sin embargo, las potencias no estuvieron muy de acuerdo, y Japón fue el primer país en decir que no iba a cumplir con este acuerdo, seguido por el Reino Unido.
No se llegó pues a un acuerdo sobre ese punto, pero sí se llegó a un acuerdo sobre el tonelaje de los barcos. A Estados Unidos y Reino Unido se les estableció que cada uno de ellos podría tener 525.000 toneladas de desplazamiento, repartidas de la manera que estimasen conveniente, Japón 315.000, y Francia y el Reino de Italia 175.000 toneladas cada uno. Para el resto de países fue imposible llegar a un acuerdo.
 Los países de la Entente, a excepción de EE.UU., se habían comprometido al desarme en el Tratado de Versalles y en el Pacto de la Sociedad de Naciones. Finalmente en febrero de1932 se reunió en Ginebra una Conferencia en la que participaron los miembros de la Sociedad de Naciones, EE.UU. y la U.R.S.S.
Los desacuerdos sobre la definición de las categorías de material de guerra, que ya habían pesado sobre la comisión preparatoria, continuaron dificultando las labores de la Conferencia. Francia, preocupada por su seguridad ante Alemania, fue particularmente renuente a acordar cualquier tipo de limitación militar. Alemania, cuyo poderío militar había sido severamente mermado en Versalles, respondió a las aspiraciones francesas proclamando su derecho a la igualdad de derechos con las demás potencias y amenazando con su derecho al rearme en caso de que las demás potencias no llevaran a cabo un desarme similar al que había aplicado Alemania tras Versalles.
Ante la imposibilidad de avanzar la Conferencia se suspendió. Al reabrirse en octubre de 1933, la nueva Alemania hitleriana que ya había iniciado el rearme, se retiró de la Conferencia y de la Sociedad de Naciones.
La Conferencia, aunque siguió reuniéndose de forma discontinua hasta 1937, había fracasado definitivamente.


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